Selección de cuatro poemas de Alfonsina Storni

Para escuchar la lectura de estos poemas:

https://open.spotify.com/episode/131u8w5w5Ay4qUvAmhIogw?si=clDVK3C3S7Ktvwcpt4fW5w

 En velocidad lenta, para estudiantes de español:  https://open.spotify.com/episode/2jrp0Iq7e1CHCffl6R5tsY?si=S8zSEtt1S4yNI-xdgkw6Lw

DOS PALABRAS


Esta noche al oído me has dicho dos palabras

comunes. Dos palabras cansadas

de ser dichas. Palabras

que de viejas son nuevas.


Dos palabras tan dulces, que la luna que andaba

filtrando entre las ramas

se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras

que una hormiga pasea por mi cuello y no intento

moverme para echarla.


Tan dulces dos palabras

que digo sin quererlo - ¡oh, qué bella, la vida!

Tan dulces y tan mansas

que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.


Tan dulces y tan bellas

que nerviosos, mis dedos,

se mueven hacia el cielo imitando tijeras.


Oh, mis dedos quisieran

cortar estrellas




UN DÍA


Andas por esos mundos como yo; no me digas
que no existes, existes, nos hemos de encontrar;
no nos conoceremos, disfrazados y torpes
por los caminos echaremos a andar.


No nos conoceremos, distantes uno de otro
sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
Diremos, el camino volviendo a desandar.


Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto… cuando ocurra, si ocurre,
¿sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?





VOY A DORMIR


Dientes de flores, cofia de rocío,

manos de hierbas, tú, nodriza fina,

tenme prestas las sábanas terrosas

y el edredón de musgos escardados.


Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.

Ponme una lámpara a la cabecera;

una constelación, la que te guste;

todas son buenas, bájala un poquito.


Déjame sola: oyes romper los brotes...

te acuna un pie celeste desde arriba

y un pájaro te traza unos compases


para que olvides... Gracias... Ah, un encargo:

si él llama nuevamente por teléfono

le dices que no insista, que he salido.



LA LOBA


Yo soy como la loba.
Quebré con el rebaño
Y me fui a la montaña
Fatigada del llano. 


Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,
Que no pude ser como las otras, casta de buey
Con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza!
Yo quiero con mis manos apartar la maleza. 


Mirad cómo se ríen y cómo me señalan
Porque lo digo así: (Las ovejitas balan
Porque ven que una loba ha entrado en el corral
Y saben que las lobas vienen del matorral). 


¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño!
No temáis a la loba, ella no os hará daño.
Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos
¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos!


No os robará la loba al pastor, no os inquietéis;
Yo sé que alguien lo dijo y vosotras lo creéis
Pero sin fundamento, que no sabe robar
Esa loba; ¡sus dientes son armas de matar!


Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta
De ver cómo al llegar el rebaño se asusta,
Y cómo disimula con risas su temor
Bosquejando en el gesto un extraño escozor...


Id si acaso podéis frente a frente a la loba
Y robadle el cachorro; no vayáis en la boba
Conjunción de un rebaño ni llevéis un pastor...
¡Id solas! ¡Fuerza a fuerza oponed el valor!


Ovejitas, mostradme los dientes. ¡Qué pequeños!
No podréis, pobrecitas, caminar sin los dueños
Por la montaña abrupta, que si el tigre os acecha
No sabréis defenderos, moriréis en la brecha. 


Yo soy como la loba. Ando sola y me río
Del rebaño. El sustento me lo gano y es mío
Donde quiera que sea, que yo tengo una mano
Que sabe trabajar y un cerebro que es sano. 


La que pueda seguirme que se venga conmigo.
Pero yo estoy de pie, de frente al enemigo,
La vida, y no temo su arrebato fatal


Porque tengo en la mano siempre pronto un puñal. 

El hijo y después yo y después... ¡lo que sea!
Aquello que me llame más pronto a la pelea. 


A veces la ilusión de un capullo de amor
Que yo sé malograr antes que se haga flor. 


Yo soy como la loba,
Quebré con el rebaño
Y me fui a la montaña
Fatigada del llano. 


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